DERECHO A LA SALUD MÁS QUE MEDICAMENTOS Y HOSPITALES.


 Salud como derecho humano.

    Frecuentemente en nuestras vidas escuchamos la palabra derecho y creemos que entendemos del todo a lo que se refiere, pero sí es así ¿Por qué hay empresas que contaminan el ambiente sin consecuencias? ¿Por qué la mayoría de los trabajadores y trabajadoras no cuentan con las prestaciones básicas? ¿Por qué muchas niñas y niños no cuentan con alimentación y educación? ¿Por qué no todos los mexicanos y mexicanas tienen un servicio de salud? Puedo continuar con muchas de estas preguntas que se originan en las esferas que nos rodean y creo que éstas, se beben a la falta de claridad con respecto a qué es un derecho y la importancia que tienen en nuestras vidas.

Los derechos humanos son las exigencias elementales que puede plantear cualquiera de nosotros por el hecho de serlo, y que tienen que ser satisfechas porque se refieren a unas necesidades básicas, cuya satisfacción es indispensable para el desarrollo humano y son universales, prioritarios e innegociables, a través de ellos se puede llevar una vida digna. Además, existen las garantías individuales que tienen la función del cumplimiento de los derechos humanos.

Una vez aclarado el significado de los derechos me gustaría centrarme en un derecho sumamente importante y más ahora por el contexto de la pandemia que estamos viviendo “el derecho a la salud”, este derecho no es sólo el acceso a medicamentos o a un servicio de salud tiene muchas otras implicaciones entre ellas tener acceso a agua potable, el suministro de alimentos sanos, condiciones sanas de trabajo y al medio ambiente, y acceso a la educación e información sobre cuestiones relacionadas a la salud, incluida la salud sexual y reproductiva. También implica tener un entorno seguro libre de violencia donde se pueda transitar seguro y con libertad.

El derecho a la salud cuenta con una serie de elementos que son la disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y calidad los cuales se relacionan con determinantes básicos de la salud, como agua limpia potable, que lo establecimientos, bienes y servicios de salud deberán estar al alcance geográfico de todos los sectores de la población, en especial los grupos vulnerables. Los pagos por servicios básicos de la salud deberán basarse en el principio de la equidad, a fin de asegurar que esos servicios, sean públicos o privados, estén al alcance de todos, incluidos los grupos socialmente desfavorecidos. La equidad exige que sobre los hogares más pobres no recaiga una carga desproporcionada, en lo que refiere a los gastos de salud en comparación con los hogares más ricos.

Entender el derecho a la salud, sus elementos y la forma de como hacerlo cumplir es un objetivo fundamental de los salubristas, además es nuestro deber reforzar las acciones para que las personas vulnerables puedan ejercer este derecho de forma equitativa, justa y libre de cualquier discriminación pero, para lograr esto es importante no olvidar la relación de los Determinantes Sociales de la Salud (DSS) con el derecho a la salud y que trabajar en mejorar los DSS nos llevará a lograr un cumplimiento pleno del derecho a la salud.


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